UN GRAN INCENDIO - Tomás González Pondal

Últimamente apareció un libro que tiene por cometido denostar a Monseñor Lefebvre y a la orden que dejó: la Fraternidad Sacerdotal San Pio X. La patraña de base que lleva el escrito está bien oculta en las casi seiscientas páginas que tiene el "ladrillón chismográfico con aires de teología" , mas la dejo desde ahora expuesta y a lo largo de mi libro la dejaré aún más expuesta. ¿Y cuál es ese oculto y maligno engaño que tiene el texto? El presentar a un hombre apartado de las circunstancias: nos muestra a alguien saltando un colchón, rompiendo una silla, falto de modales, gritón y de movimientos violentos, pero no muestra el fuego que hace arder la casa. Y al hacer eso, ¿que nos queda? Lógicamente la visión de un loco, un exaltado, un prepotente, un aguafiestas, un desequilibrado. Es inadmisible. Si, en cambio, se muestran los hechos como son, vale decir, el accionar del obispo ante las llamas que consumen, ya no aparecerá ante nuestros ojos un loco, sino un ser digno de elogio, fortísimo, valentísimo, misericorde, defensor de la Casa, un buen pastor que, conforme lo pidió el Maestro, puso su vida por las ovejas.  Repito. La figura de Monseñor Lefebvre sin una exposición conjunta y precisa de la crisis de la Iglesia, nos arroja a un delirante. Mas la figura de Monseñor Lefebvre con la exposición de la crisis de la Iglesia, nos arroja un santo. El Padre Federico Higthon en su libro „El error lefebvrista‟ presenta el primer caso. Por mi parte presentaré el segundo en esta obra. Queda en el lector interesado evaluar las cosas. (El Autor)