Diario Espiritual de una Madre de Familia. P. M. Philipon O.P.
Después de los Apóstoles y de los Santos de Oriente, después de un San Agustín, una Santa Catalina de Siena, de un San Juan de la Cruz y de una Teresa de Ávila, un Don Bosco, una Teresa de Lisieux y de una María Goretti, la Iglesia nos descubre ahora a una delicada joven mexicana, de mirada pura y transparente, más tarde madre de nueve hijos y abuela de numerosa posteridad; que pasó por la tierra con sencillez y rodeada de su familia y sus amistades, una mujer que oculta en las profundidades de su alma una extraordinaria llama apostólica, un ardor heroico para imitar a Cristo e identificarse con el Crucificado y salvar a los hombres con él.